sábado, 31 de marzo de 2018

Quique Hache, detective

Me parece que esta será la publicación más académica sobre un libro que haré y es que su origen fue así, una tarea para el hijo de un amigo, que obviamente se sacó un 7, pero que cuyo padre aún me debe un sushi, así que si lees esto, quiero que sepas que aún recuerdo que no me pagaste. En fin, este libro generalmente se hace leer en séptimo básico y aunque a mí en lo personal no me gustó porque lo encontré demasiado simple, no es del todo malo.
Su autor es Sergio Gómez Mardones, chileno, nacido en Temuco en 1962 y que como buen escritor vivo, nada se sabe de él, el reconocimiento, si es que lo hay, será cuando muera, clásico. Sólo se sabe que su tendencia artística es diversa (que es lo mismo que no decir nada), aunque se podría señalar que los cuentos, el teatro y el realismo fusionado con el suspenso son sus temáticas comunes, algo simple de dilucidar sólo leyendo el título de este libro.
Tiene muchísimos libros publicados, lo que me parece más triste aún, ya que el único que medianamente suena es precisamente Quique Hache (publicado en 1999), pero además tiene "Adiós, Carlos Marx, nos vemos en el cielo" de 1992, Vidas ejemplares de 1994, Partes del cuerpo que no se tocan de 1997, El libro del señor Galindo de 1998, El labio inferior de 1998, La mujer del policía del 2000 y así muchos más, siendo el último Quique Hache, detective. El misterio de Santiago del 2015.
También ha tenido varios premios, como la mención honrosa en el concurso de cuentos del diario La Época, otra del periódico El Mercurio, otra del premio Andrés Bello, fue finalista del premio Rómulo Gallegos 1996 de Venezuela con Vidas ejemplares, Premio Alerce 1998 por El libro del señor Galindo, Premio Lengua de Trapo de novela 2002 por La obra literaria de Mario Valdini, Premio El Barco de Vapor 2008 por El canario polaco, entre otros.
El libro fue publicado en 1999 en Chile, por lo que su contexto de producción tiene relación con lo que acontecía en nuestro país por esa década, llena de incipiente modernidad, con una democracia reciente, un surgimiento de la clase media, lo que se suma a cierto temor por el cambio de milenio, con todo lo que afectaría supuestamente a las nuevas tecnologías. Su protagonista es Quique Hache, un joven de 15 años que es creativo, ingenioso, curioso y responsable. 
Otros personajes son Gertrudis Astudillo, la nana de Quique, que es guapa, aún joven, confidente, curiosa y temerosa, Rosaura Gallardo, la dueña de Intermar, una mujer excesivamente gorda, envidiosa, mentirosa y manipuladora, Cacho Ramírez, el arquero, ágil, delgado y muy alto, además de precavido, leal, valiente y reservado. Homero Gavilán, el entrenador, un anciano conversador, Doña Hilda, la dueña de la pensión, una anciana que además de conversadora, era interesada y sincera, entre otros personajes.
Las acciones se desarrollan en diversos ambientes, como la casa de Ñuñoa, vivienda de Quique hache y Gertrudis, donde vivían hace cinco años, con un hermoso jardín, en una calle tranquila de la avenida Grecia, donde los vecinos saludan. También suceden acciones en el Café Paula, que es donde Quique se reúne con Rosaura Gallardo, que es el lugar donde iba su abuelo, ubicado en la calle San Antonio con Agustinas, donde los mozos eran amables por lo que era un buen sitio, entre otros lugares.
El narrador está en primera persona, siendo homodiegético, específicamente protagonista, ya que quien cuenta la historia es el propio Quique Hache. El motivo importante de la historia era encontrar al arquero cacho Ramírez, ya que si bien en un primer momento Quique cree que se le busca para ganar el partido, cobrando así la herencia la señora Gallardo, aún no siendo éstas las verdaderas razones, es importante hallarlo.
Su tema central es el cobro exclusivo de la herencia de don Chemo por parte de su hija Rosaura y sus manipulaciones para quitarle su parte a su hermanastro, Cacho Ramírez, utilizando a Quique Hache en su búsqueda.
Su argumento es que Quique Hache es un joven de 15 años que se encuentra de vacaciones y por primera vez se quedará en Santiago para debutar como detective privado por correspondencia junto a su nana Gertrudis Astudillo. En su primer caso deberá encontrar al promisorio arquero de un equipo de fútbol, de lo contrario el plantel no ascenderá, sin embargo, lo que está en juego es algo mucho más que la sola clasificación del equipo.
Considero que la novela Quique Hache, detective, de Sergio Gómez es muy entretenida, ya que nos cuenta una historia de misterio contemporánea, además de que se ambienta en nuestro país, lo que la hace aún más cercana y verídica, sobre todo al nombrar a personajes y lugares conocidos, como a Pedro Carcuro o Santiago. Sin embargo, estas mismas descripciones son las que hacen que nos contextualicemos en la época, ya que si bien no es tan vieja, ya que fue publicada hace menos de veinte años atrás, hay referencias que denotan lejanía temporal, por ejemplo, que el protagonista se suba a micros amarillas para recorrer la capital, o que pase cerca del edificio de la CTC (actual Movistar)
Eso.-

miércoles, 14 de marzo de 2018

Queen

Mi humor no es el mejor, pero me parece que siempre es un buen momento para referirse a esta gran banda llamada Queen, aunque me parece que Mercury se horrorizaría si supiera lo que realmente estoy escuchando mientras escribo estas líneas. Pero es que para los pocos que realmente me conocen, sabrán que para mí la música es muy importante y que define estados de ánimo y lo último que quiero hacer ahora es reflexionar aún más de lo que ya lo estoy haciendo.
Y es que Queen es de esas bandas que hay que tomarse en serio siempre, ya que incluso las canciones que pudieran parecer superfluas cuentan con una profundidad, ya sea en su letra como en su música, ya que cuenta con una riqueza que me parece imposible de discutir. Y eso que estoy hablando de la banda en su conjunto, porque creo que tampoco tiene discusión el hecho de que su frontman es fundamental en el éxito de la agrupación.
Queen es de esas bandas que además trascienden generaciones y a la cual múltiples artistas, de todas latitudes le han rendido pleitesía. Aunque también tengo que agregar que algunas han sido nefastas, ya que hace poco me encontré con un video donde Yuri, Laura Pausini, Ricky Martin y otro tipo al que no conozco pero que al parecer es mexicano y se dedica a la música ranchera o algo por el estilo, cantaron We will rock you y fue una verdadera vergüenza.
En fin, también hay tremendas bandas tributo a lo largo del mundo, de las cuales, a mi juicio, la mejor, sin lugar a dudas es la argentina llamada Dios salve a la Reina, donde todos, pero muy especialmente su frontman es idéntico a Mercury, ya sea físicamente, como en su voz, actitud, gestos, vestuario, desplante escénico, entre otras cualidades. Aunque de más está decir que es un pobre premio de consuelo para quienes no estuvimos en su generación.
Queen tiene temas para regalar, para cada momento de la vida, los tristes, alegres, sensuales, entre otros tantos sentimientos que la música ayuda a aflorar y que obviamente será inmortal, porque un talento como el de estos tremendos músicos (no olvidemos que Mercury también lo fue), no se va a perder a lo largo de la historia. Sólo señalar a modo de término que ninguna persona debería morir sin al menos escuchar una de las muchas canciones de esta banda.
Eso.-

domingo, 4 de marzo de 2018

Audioslave

Sé que a lo mejor las temáticas de este blog pueden parecer infinitamente atrasadas, pero es que prefiero tratar todos los temas que quiero y no por estar a la moda dejar pasar las cosas que en su momento me provocaron el interés de hablar sobre ellas. Es el caso de Audioslave, ya que si no me equivoco, fue hace varios meses que quise referirme a ellos, me parece que específicamente a causa de la muerte de Chris Cornell.
Sé que su frontman tenía un pasado importante gracias a Soundgarden, pero es que al nacer en el 87, no tengo recuerdos vívidos de esa época de grunge, al que conocí terminando la adolescencia. Mis recuerdos patentes fueron con Audioslave, banda que formó junto a los músicos de Rage Again The Machine (mis respetos para Tom Morello) y la verdad es que considero que sus canciones, en otro estilo, fueron geniales.
Más allá de Like a Stone, la que se transformó prácticamente en el himno de una generación alternativa a principios de los 2000, esta banda tiene muchos temas buenos, ya que supo conjugar la voz desgarrada, propia del grunge, de Cornell, con el sonido rockero prácticamente oculto que tenían los de RATM, ya que aquí se aproximaron, a mi juicio más al rock hop, lo que comprueba que las bandas, querámoslo o no, depende de su vocalista.
Audioslave fue la última gran apuesta exitosa de Cornell, ya que honestamente su tentativa en solitario dejó mucho que desear, acercándose sólo con un tema a la taquilla, pero de una forma desconocida, y casi en modo traición a la patria, gracias a una colaboración con el productor musical Timbaland, en una suerte de salsa anglo rock que si bien fue de mi agrado, lo sepultó dentro de los más puristas de su fanaticada.
En fin, Cornell ya pasó a ser parte de ese grupo selecto que se llevó lentamente el grunge al cielo o a donde quiera que estén, así que hay que rescatar lo que queda de Pearl Jam (que lamentablemente es poco dado a la innovación masiva con material nuevo), que es la última banda medianamente vigente de este movimiento que movió no sólo a la generación de los 80 o 90, sino que casi se transformó en moda gracias a Tumblr.
Eso.-