martes, 21 de febrero de 2017

Festival de Viña del Mar (y como ya no esperando nada de él aún logra decepcionarme)

Creo que con el título quedó clara mi opinión, pero aunque sé que aún (lastimosamente) queda gente que ama el festival a pesar de todo o aún peor, lo disfruta, me tomaré la molestia de explicar mi pensamiento, (aunque siento que se explica por sí misma, eso cosa de ver la cartelera, en fin... vamos a ello...) Para empezar, quien crea que el festival está en su apogeo definitivamente es un ignorante que no se toma el tiempo de leer un poco al menos (sabrá lo que es apogeo?...)
El festival estuvo en su peack en los 80, esa melancólica etapa en la que el monstruo existía, las antorchas eran reales (literal papeles prendidos en fuego vivo) y los artistas (hispanohablantes todos) venían en su momento más espectacular de sus respectivas carreras, esta es la época de oro de Julio Iglesias, José Luis Rodríguez y toda esa gente que ahora es escuchada casi exclusivamente por abuelos o dueñas de casa que escuchan la Pudahuel en el resto de Chile y la Paloma acá en la región del Maule (y sí, lo digo con toda la falta de respeto del mundo... porque hay que renovarse o morir!)
Fue una linda época y todo lo que ustedes quieran pero ya pasó, luego en los 90 recuerdo que Mega trajo a los Backstreet Boys cuando brillaban en la MTV lo que también fue un acierto, pero desde ese momento sólo han traído artistas latinos de medio pelo o que no suenan en ningún lado y uno que otro artista anglosajón con mil años de trayectoria que viene a vacacionar a Chile.
Sé que de lo anterior hay excepciones (como Ricky Martin que ha venido en su peack o Sting que da lo mismo que esté en lo que acá se denomina tercera edad porque siempre son un lujo), pero no podemos negar que siguen siendo eso, excepciones que confirman la regla de la mediocridad. Si hasta la reina de Viña ahora es cualquier chsuca que se consiga un canal que la apañe. Antes era alguien que se destacaba por su belleza, prestancia o simpatía (no olvidemos a la gran Celia Cruz con corona)
Pero este año, o sea, ya no se puede más de lo añejo, la primera noche, rock y pachanga argentina, decente, pero añeja, el "tutá tutá" lo bailaba mi papá, Maluma sería lo único en su peack, pero es reggaeton, o sea, nada (guapo el niño pero cero aporte a la cultura, hay que decirlo) y el problema no es que exista, el problema es que es lo más rescatable de la parrilla por lo actual, imagínense el resto. Mención aparte para los humoristas que son los que realmente se juegan la vida en el festival y ya da hasta morbo mirarlos (y remirarlos en las repeticiones posteriores) y también una excepción para mi queridísima Mon Laferte, que es el ÜNICO show que veré, en su peack y de calidad.-
Ya no debiera ser considerado el festival más importante para nada, tanta difusión, siendo que festivales como el de Talca o cualquier otro, cuenta con mejor parrilla por lejos.
Eso.-

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